Thursday, September 19, 2013

La Revolución Siria: Un Asunto que Recordar

Chicago.- Recuerdo muy bien el lenguaje corporal del dictador sirio Bashar al-Assad en la prensa al comienzo de la revolución en el 2011: Se miraba desafiante, como que quería mostrarle a sus camaradas que los rebeldes eran algo insignificante para él. Después de todo, Assad estaba a cargo del ejército, y tenía el apoyo de Rusia e Iran en caso de que cualquier cosa se saliera de control. Yo pensé: Este hombre no sabe lo que le viene, y deseé que fuera depuesto pronto.
A más de dos años sin embargo, Assad sigue en el poder, mas de 100,000 personas han muerto, y un ataque químico el 21 de Agosto pasado mató a cientos de gentes.  Siria y Rusia culpan a los rebeldes, pero un reporte de las Naciones Unidas e inteligencia recolectada muestra que los rebeldes no tenían la capacidad de lanzar un ataque de esta magnitud.


Es tan triste pensar que muchos niños y mujeres atrapados en el conflicto están muriendo cada día en Siria. Es lamentable que no se esté haciendo mas por parte de los organismos globales como las Naciones Unidas, cuya estructura anticuada lo ha hecho obsoleto en esta guerra. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el único cuerpo que puede autorizar intervención directa en un país, no puede pasar una resolución porqué Rusia y China apoyan a Assad y tienen poder de veto. El Consejo tiene cinco miembros permanentes: los Estados Unidos, China, Francia, la Federación Rusa y el Reino Unido, y todos tienen que votar en favor para que una resolución para intervener en Siria pueda pasar. Rusia y China vetaron una resolución reciente que era apoyada por todos los otros miembros permanentes.

El president ruso, Vladimir Putin, piensa que está en el lado correcto del conflicto al apoyar a Bashar al-Assad, un criminal que ha estado matando a su propia gente con armas rusas e iraníes por más de dos años ya. Y yo puedo ver porqué Putin lo está haciendo. Él y Assad tienen mucho en común. Son gobernantes despiadados que solo se preocupan por sus familias y los que les ayudan a mantener sus corruptos gobiernos. Putin tiene miedo de que la Primavera Arabe se desborde e inspire a la gente de Rusia. Después de todo, Putin también es un dictador disfrazado de político electo democráticamente. Ha metido en la cárcel a sus principals opositores, promueve la homofobia, y quien sabe si también esté envuelto en el asesinato de tantos periodistas en los últimos 10 años en Rusia. Muchos creen que sí.

Yo no estoy en favor de empezar guerras, pero algunas veces esa es la única opción para terminar genocidios. Fué necesario para parar a Alemania durante la Segunda Guerra Mundial, y también estuvo justificado hacerlo en Afganistán, donde los Talibanes controlaban (y controlan todavía) regiones del país, matando a mujeres con piedas e hiriendo a niñas solo porque quieren ir a la escuela. Tristemente, también es fácil asumir que si esto no estuviera pasando en el Oriente Medio mucho más se hubiera hecho ya para acabar el sufrimiento. La Guerra de Irak no ha ayudado a los sirios tampoco. Tomó los recursos del ejército de Estados Unidos y las vidas de muchos de sus soldados, dejando a muchos en este país con poco apetito para una nueva Guerra en esta agitada región.

Sin importar el tiempo que tome para que Assad se vaya, Vladimir Putin ya ha puesto a Rusia en el lado equivocado de la historia. La Unión Soviética fue la que proveyó a Siria con la mayoría de su arsenal químico, y Putin ha estado dando armas a Assad desde que la revolucióm empezó. También fué Rusia (junto con China) la que dejó estancado al Consejo de Seguridad de las Nacionaes Unidas cuando Estados Unidos, Francia y el Reino Unido quisieron formar una coalición amplia para llevar a un final el sufrimiento de los sirios. Y así es como Rusia será recordada decadas en el futuro, cuando la gente hable de la Primavera Árabe y la lucha de los sirios en contra de uno de los peores dictadores en la historia de la humanidad.

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